miércoles, 29 de septiembre de 2010

Hamburg


Si hay algo que me motiva cada mañana para ir al trabajo es tener algún viaje en mente pendiente de hacer. Así que lo que me ha motivado durante todo el mes de agosto y durante todas las horas de estudio precedentes ha sido un fin de semana en Hamburgo.
Sé que los alemanes nos envidian por el clima de nuestro país (bueno, y la cocina española...), pero yo envidio aún más los espacios verdes de todas sus ciudades, los carriles bicis, las casas amplias y bien acondicionadas .... en fin, que siempre vuelvo pensando en que nos toman el pelo aquí, con si Barcelona tal o cual...
Eso sí, nos ha cundido la estancia, y ya que el vuelo era hasta Bremen, aprovechamos para pasar un día allí antes de Hamburgo (gracias Eric por hacernos de guía turística, y a Martina, Stefan y Johann por alojamiento, cenas y sobretodo por tan agradable compañía!) e ir a la ciudad hanseática de Lübeck. La fiesta de cumpleaños-reencuentro ex-universitario de Gregor al final estuvo bien, ya que iba un poco asustada al no tener ni pajolera idea de alemán, y tener que obligar a todo el mundo a hablar en inglés, pero bueno, después de unas cuantas copas todo el mundo se vuelve más amable y abierto.... (de esto no hay fotos, je je...).
He vuelto con un montón de productos Weleda, de mazapán, y con un resfriado de campeonato que me ha impedido estudiar durante un día y medio, pero ha valido la pena!
Ala, a pensar en el siguiente viaje!



Bremen



Eric und Miguelito-Hamburg


Speicherstadt ( parece "Gotham City" )-Hamburg



Lübeck

lunes, 20 de septiembre de 2010

Banyoles'10



Y al final puedo decir que volví a hacer la travesia de Banyoles.... 17 años después! (esto me lo ha chivado mi madre porque yo ya ni me acordaba, que no se le escapa ni una!)
Y no recordaba lo bonito que es l'Estany... y lo abarrotado de gente que se pone ese día!. Para los no introducidos en el tema natación, la travesía de Banyoles es una fecha señalada para cualquier club de natación que se precie, vamos, todo un clásico de inicios de temporada... así que acuden masas y masas de nadador@s de todo Cataluña, y se hace en varias tandas, es decir, para los menores, la categoría femenina, y por último la masculina.
Esta vez junté mis fuerzas con otra "nostálgica" de la prueba, Ana, que también formó parte del Club Natació Cornellà, y una amiga más, Mª Ángeles. El dia, a pesar de la lluvia de días anteriores fue estupendo, y la temperatura del agua muy buena, así que no me puedo quejar, los 2.115 metros pasaron rápido, y después de los primeros minutos de "embotellamiento" de nadadoras, disfruté bastante con la prueba.









viernes, 17 de septiembre de 2010

Vértigo urbano




No sé si será porque me he quedado todo el agosto en Barcelona, y he “disfrutado” de un ritmo de vida diferente, pero realmente puedo decir que estoy sufriendo la adaptación habitual al mes de septiembre, y que he podido sentir cómo este ritmo se ha ido acrecentando de manera vertiginosa, llegando a sus cuotas de máxima velocidad en torno al 13 de septiembre (me imagino que lo de llevar los niños a las escuelas ha contribuido), y me he visto a mí misma pedalenado a todo trapo para llegar al trabajo, yendo bien de tiempo...
Y es que uno puede salir de casa con tranquilidad, con buen humor y habiendo desayunado bien, que no vas a poder impedir “contagiarte” de esta velocidad , y del mal humor ambiente.
¿ O sí ? ... porque nuestras decisiones no pueden cambiar el ritmo del mundo, pero al menos pueden influir en que nuestra vida sea un poquito mejor, y es que por circunstancias de cada un@ este es uno de los temas que me obsesiona últimamente. Seguramente es una situación bastante conocida para tod@s, que a veces dejas que la tónica general te atrape y te creas todo un tipo de necesidades, compromisos y expectativas que no puedes cumplir, al final te agobias, y hay un punto en el que te preguntas ¿ pero realmente lo necesito o realmente es lo que quiero? ... pues no, la mayoría de las veces es que no.
Intentar desprenderse de todos estos accesorios que nos van cargando de peso y concentrarse en lo más esencial es una tarea ardua y difícil, pero satisfactoria ya que se gana en calidad de vida, así que me adhiero al “slow movement”un poquito, y me comprometo a bajar un poco mi propia velocidad en busca de más bienestar personal... y “prometo que nunca jamás volvere a pasar... vértigo urbano”